martes, 11 de septiembre de 2007

11 de septiembre, recordamos a Allende

Intervención en el Pleno de fecha 11 de septiembre:

IU-ICV respalda esta iniciativa porque consideramos a Salvador Allende, al Compañero Presidente, como le llama su pueblo,
parte de nuestra historia,
parte de la vieja lucha por los no tan viejos principios de la justicia social,
la dignidad de todos los seres humanos,
la libertad y el socialismo democrático y revolucionario.
De ahí la enmienda presentada.

El próximo 26 de junio se cumplirán 100 años de su nacimiento en el puerto de Valparaíso,
en el seno de una familia muy unida a las luchas por la independencia nacional, el laicismo y la igualdad.

Hoy, 11 de septiembre, y para muchos militantes de la izquierda cada 11 de septiembre, recordamos que hace 34 años las Fuerzas Armadas chilenas, auspiciadas por el gobierno norteamericano de Nixon y Kissinger, bombardearon el palacio de La Moneda,
donde el Presidente Allende resistió durante horas con un grupo de colaboradores
y se inmoló en honor a su juramento de que no entregaría al fascismo el poder que el pueblo le diera en las urnas aquel inolvidable 4 de septiembre de 1970.

Rendimos tributo a una persona de proyección internacional que en su larga vida política de dirigente socialista, diputado, ministro de Salubridad con el Frente Popular,
senador y Presidente de la República durante mil días se consagró a unir a toda la izquierda en torno a un programa político que planteó la “vía chilena al socialismo”.


En la Unidad Popular confluyeron socialistas, comunistas, cristianos de izquierda, socialdemócratas y el Partido Radical.

Así lo expresó en su discurso ante el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1971:

Caminamos hacia el socialismo no por amor académico a un cuerpo doctrinario. (...) Vamos al socialismo por el rechazo voluntario, a través del voto popular, del sistema capitalista y dependiente cuyo saldo es una sociedad crudamente desigualitaria estratificada en clases antagónicas, deformada por la injusticia social y degradada por el deterioro de las bases mismas de la solidaridad humana.


Así, rendimos tributo a Salvador Allende por su digna y heroica muerte del 11 de septiembre de 1973, pero también por su vida:
por sus casi 50 años dedicados a la lucha social,
por su profundo respeto y afecto por los trabajadores y las gentes sencillas;
por su apoyo a los exiliados republicanos españoles de 1939;
por su solidaridad con las luchas de los pueblos de América Latina, África y Asia contra el imperialismo, que hoy baña de sangre Oriente Medio;
por la nacionalización del cobre en 1971;
por la reforma agraria;
por el medio litro de leche diario que su Gobierno repartió a todos los niños;
por aquel inolvidable movimiento cultural de Víctor Jara, Quilapayún, la editorial Quimantú, la poesía de Pablo Neruda, los murales de las Brigadas Ramona Parra…

Salvador Allende perdió la primera batalla.
El movimiento popular chileno fue exterminado.
Aquel Chile austero y orgulloso de su evolución política,
de la conciencia de clase de su movimiento obrero agrupado en la Central Única de Trabajadores, fue destruido.

Hoy, en una compleja Transición, persiste una impunidad ominosa
(muy pocos responsables de las violaciones de los derechos humanos cumplen condena)
y los gobiernos de la Concertación mantienen el modelo económico neoliberal que impusiera Pinochet y que convierte a Chile en uno de los países con mayor brecha social del planeta.

34 años después del golpe de estado, fuerzas de izquierda como el Partido Comunista de Chile y sus aliados, que en algunas elecciones han alcanzado casi el 10% de los votos, continúan excluidas del Parlamento debido a la ley electoral, impuesta en su día por la tiranía de Pinochet.
Este año la actual presidenta ha iniciado actuaciones encaminadas a la reforma de dicha ley.

Hoy, y en el próximo año 2008 y siempre, recordamos a Salvador Allende.
El proyecto político que encabezó,
la lucha por el socialismo democrático y revolucionario,
que adaptado a los tiempos actuales y a la realidad española, forma parte de la identidad de Izquierda Unida.

Finalizo mi intervención recordando unas palabras de Salvador Allende de su discurso del 4 de diciembre de 1972, ante los delegados de una Asamblea General de Naciones Unidas que le aplaudieron en pie durante varios minutos:

Es nuestra confianza en nosotros lo que incrementa nuestra fe en los grandes valores de la humanidad, en la certeza de que esos valores tendrán que prevalecer. ¡No podrán ser destruidos!

1 comentario:

-- dijo...

hola Isaura! felicitaciones por tu labor y a toda IU-ICV... espero que el homenaje a Salvador Allende no se quede en palabras bonitas y hag�is que el Gobierno espa�ol destine dinero a la financiaci�n de fundaciones y actividades para el fomento de la memoria de Allende en Espa�a y en Chile