Air madrid, culpable
Air Madrid, culpable
La imagen del aeropuerto de Barajas lleno de gente que compró su billete para volver a casa a pasar estas fiestas con sus familias es demoledora. Nos lleva directamente a buscar un culpable y en esa lógica nos encontramos con una Ministra de Fomento que pone soluciones, pero parciales, que generan aun mas inquietud entre aquellos que no se ven beneficiados y siguen esperando mejor fortuna en el aeropuerto días y días.
¿Significa ello que la culpable de que los afectados no puedan regresar a casa por navidad es la Ministra? A mi entender, el primer culpable es la empresa, no hay que olvidarlo, y en el segundo puesto podríamos situar a la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento.
Lo bien cierto es que el Ministerio de Fomento conocía la situación tanto económica como logística y de seguridad y retrasó una decisión que debía ser tomada desde que se detectaron fallos de seguridad a través de la inspección. A ello hemos de sumar que nos encontramos con un marco económico y jurídico que permite a las empresas incumplir mandatos de seguridad uno detrás de otro, que no protege a los ciudadanos y sus intereses, que permite interrumpir el servicio ante un nuevo requerimiento sin previo aviso, abandonando a su suerte a todos aquellos que confiaron sus ahorros en la compañía, incurriendo incluso posiblemente en una presunta estafa al seguir vendiendo los billetes, según ha denunciado la OCU.
De este modo, la resolución del Director general de Aviación Civil detalla los incumplimientos que afectan al equipamiento de las aeronaves, al cumplimiento de requisitos para la gestión de la aeronavegabilidad y muy especialmente al programa de mantenimiento de los aviones. Destaca en la resolución por su importancia para la seguridad aérea la falta de subsanación de deficiencias relacionadas con la falta de cumplimiento del mantenimiento de los aviones, inexistencia del sistema de calidad, falta de control sobre el plazo de subsanación de dichas incidencias que se detectan en cada vuelo.
Pero esos aviones volaban con pasajeros, y Fomento les renovó la licencia en el 2004 para cinco años más. La pregunta es, ¿hubieran seguido volando en esas condiciones si no fuera por sus retrasos de días en los vuelos que les llevó a ser noticia diaria en los medios de comunicación? La respuesta asusta después de ver que es posible que un mismo avión haya realizado innumerables vuelos sin tener el parte de los mecánicos en regla.
La seguridad de los ciudadanos no puede recaer en criterios empresariales, debe ser una obligación de toda empresa que no quepa incumplir. La legislación debe proteger al ciudadano. Para ello necesitamos un gobierno que gestione con eficacia y nos permita confiar cada vez que cogemos un avión en que las cosas se han hecho correctamente.
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