Igualdad. El derecho a nuestro tiempo
Alcanzar la verdadera conciliación entre vida familiar y laboral requiere profundas reformas que consoliden un Estado de bienestar mucho más amplio del que hoy disfrutamos.
Son necesarias políticas integrales de atención a las familias en su conjunto, garantizando la atención a la infancia de 0 a 6 años, la atención y cuidado a las personas mayores y a las personas en situación de dependencia, además de las reformas correspondientes a permisos, incentivos laborales y horarios.
Son espacios que en la actualidad recaen en las mujeres, y que han de ser compartidas por el conjunto de hombres y mujeres con la verdadera implicación del Estado.
Eso si, la conciliación no ha de verse como una cuestión que afecta sólo a las mujeres, pues de ser así las medidas que se adopten solo facilitarían la consolidación de la doble jornada laboral que recae en Ellas.
Es por ello que las relaciones filiales han de iniciarse con la máxima igualdad posible entre ambos. IU ha defendido esta legislatura que este permiso fuera de cuatro semanas adicionales, un periodo suficiente para arraigar la necesaria corresponsabilidad. Se ha logrado un permiso de 15 días con el compromiso de ampliación a 4 semanas.
El tiempo es un derecho de las personas, el derecho a gestionar la propia vida, el trabajo, la afectividad, el tiempo libre y la participación social, un derecho de Ellos y Ellas, que el Estado tiene la obligación de garantizar poniendo todos los mecanismos a su alcance, como es el caso de la reducción de jornada por cuidado de hijos, que a nuestro entender no ha de suponer una merma retributiva para el trabajador/a.
Son múltiples los mecanismos que darían efectividad a esa aspiración que todos los gobiernos dicen tener, pero que hasta la fecha sigue sin ser una realidad.
Es necesario un Estado que no presuponga ni perpetúe la segregación de roles entre Ellos y Ellas.
Desde IU reivindicamos que tanto la Ley de Igualdad como el Estatuto del Empleado Público han de suponer ese vuelco legislativo necesario para que el Estado cumpla su parte. Esa es nuestra apuesta, ese es y ha sido nuestro reto en la tramitación de ambas leyes. El objetivo: un nuevo marco legislativo que aborde en profundidad las medidas necesarias para garantizar nuestro derecho a disfrutar en un plano de igualdad de nuestro tiempo, de nuestras vidas y conquistar todos los espacios de la sociedad.
Son necesarias políticas integrales de atención a las familias en su conjunto, garantizando la atención a la infancia de 0 a 6 años, la atención y cuidado a las personas mayores y a las personas en situación de dependencia, además de las reformas correspondientes a permisos, incentivos laborales y horarios.
Son espacios que en la actualidad recaen en las mujeres, y que han de ser compartidas por el conjunto de hombres y mujeres con la verdadera implicación del Estado.
Eso si, la conciliación no ha de verse como una cuestión que afecta sólo a las mujeres, pues de ser así las medidas que se adopten solo facilitarían la consolidación de la doble jornada laboral que recae en Ellas.
Es por ello que las relaciones filiales han de iniciarse con la máxima igualdad posible entre ambos. IU ha defendido esta legislatura que este permiso fuera de cuatro semanas adicionales, un periodo suficiente para arraigar la necesaria corresponsabilidad. Se ha logrado un permiso de 15 días con el compromiso de ampliación a 4 semanas.
El tiempo es un derecho de las personas, el derecho a gestionar la propia vida, el trabajo, la afectividad, el tiempo libre y la participación social, un derecho de Ellos y Ellas, que el Estado tiene la obligación de garantizar poniendo todos los mecanismos a su alcance, como es el caso de la reducción de jornada por cuidado de hijos, que a nuestro entender no ha de suponer una merma retributiva para el trabajador/a.
Son múltiples los mecanismos que darían efectividad a esa aspiración que todos los gobiernos dicen tener, pero que hasta la fecha sigue sin ser una realidad.
Es necesario un Estado que no presuponga ni perpetúe la segregación de roles entre Ellos y Ellas.
Desde IU reivindicamos que tanto la Ley de Igualdad como el Estatuto del Empleado Público han de suponer ese vuelco legislativo necesario para que el Estado cumpla su parte. Esa es nuestra apuesta, ese es y ha sido nuestro reto en la tramitación de ambas leyes. El objetivo: un nuevo marco legislativo que aborde en profundidad las medidas necesarias para garantizar nuestro derecho a disfrutar en un plano de igualdad de nuestro tiempo, de nuestras vidas y conquistar todos los espacios de la sociedad.
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